miércoles, 2 de enero de 2013


EL ROL OPRESIVO DE LA BANALIDAD
La banalidad es un aspecto esencial del sistema. La dominación necesita banalizar la existencia, necesita desacralizar lo humano para reproducirse y afianzarse. Ya no hay actividad humana que no haya sido banalizada por el sistema: el pensamiento, el arte, la religión, la educación, la intimidad han sido despojados de su esencialidad. El fetiche de la mercancía se ha tornado omnipresente y omnipotente.




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